FRÁGIL MEMORIA

No es necesario ser mayor para carecer de memoria. Quizás al contrario, los años alimentan la retrospección, en detrimento de la inmediatez del presente. Pero ya no depende de la edad sino de la percepción que cada persona tiene de la realidad, unas veces adaptada a nuestra propia ideología, otras a nuestros intereses, también a la sensibilidad, para querer el olvido o el deseo de recordar.

Amamos, cuidamos, alimentamos, incluso vestimos o “decoramos”  a nuestras mascotas (no sabemos qué pensarán ellos de esto). Nos emocionamos ante el sufrimiento de los animales y nos revolvemos contra el abandono. ¡Por supuesto! Las redes sociales están repletas de llamamientos, búsquedas, adopciones, maravillosos momentos de ternura, sentimientos de dolor e indignación. Me siento identificada en el amor y/o respeto por los animales, cómo no.

Pero… ¡siempre hay un pero!

Nos duele mucho, mucho, que algunas de estas personas, en su misma red social, reprochen, ignoren, justifiquen actitudes inhumanas hacia quienes no piden papeles para salvar a seres humanos que se están ahogando,  que han huido del hambre y la guerra, o a quienes, de una u otra forma, facilitan la  mínima dignidad vital en lugares lejanos.  A menudo alimentan el miedo, el desprecio o la burla hacia el diferente de nuestro entorno. Con frecuencia desprecian iniciativas que remueven nuestras conciencias irresponsables con nuestra Tierra. 

En definitiva: abandono, sufrimiento. 

Y así se unen a los que excluyen agresivamente  la mínima brizna de compromiso con la defensa de cualquier forma de verdad y de vida, incluida, por supuesto, la humana. 

No puedo, ni quiero, entender razones políticas, religiosas, económicas o “culturales” para justificar estas actitudes  que, miedo me da, son absorbidas por niños y jóvenes. ¿Cómo se pueden transmitir valores de  concienciación, colaboración, tolerancia, empatía, solidaridad… en los esfuerzos del sistema educativo, si chocan con referentes familiares prepotentes y desnaturalizados? Difícil.

Recomiendo este artículo de Rosa Montero, con el que me identifico: 

https://elpais.com/elpais/2019/07/08/eps/1562593439_875350.html

Además, tendríamos que preguntarnos qué fue de aquel 0,7%  que se acordó en  la ONU en 1970, de Ayuda al Desarrollo. Quizás otro gallo nos cantaría si las naciones que lo subscribieron lo hubieran cumplido. 

Los más jóvenes no lo conocen. Los mayores…frágil memoria.

Aquí  dejo unos apuntes sobre el tema, por si os interesa.

http://realidadayuda.org/glossary/meta-del-07

No queremos mirada politizada, sí exigencia en soluciones que tardan tanto… 

Y bondad y honestidad en pensamientos, gestos y  palabras a nuestro lado. 

Asociación Antonio Vélez, referente rico en humanidad… ¡cuánto tenéis que luchar por un euro al mes, para una labor tan íntegra! 

G.C.