¿Qué está pasando en el Everest?


El pasado Martes, más de 200 “alpinistas” llegaron a lo más alto, alcanzaron la montaña más alta del mundo, rompiendo el récord de ascensos en una jornada pero … ¿Es esto verdaderamente alpinismo?


El 29 de Mayo de 1953 el Everest fue coronado por primera vez en la historia por Edmund Hillary y Tenzing Norgay. Habían pasado 31 años desde el primer intento en 1922. Ambos fueron tratados como auténticos héroes, recibiendo multitud de premios y reconocimientos merecidos.


Las colas que se han producido esta semana para llegar a la cima del Everest no tienen nada que ver con el ALPINISMO. La montaña es sacrificio y esfuerzo, superación, alcanzar tus propios limites, sentirte vivo y agradecido por vivir.


Estamos convirtiendo subir al Everest en pagar 40.000 euros para que una expedición comercial nos lleve a la cima sin sudor, sin trabajo, sin sacrificio, llevando a Sherpas como “mulas de carga”. Una expedición comercial te asegura llegar a la cumbre si pagas, no pide aptitudes. No nos confundamos, el alpinismo requiere años de preparación y esfuerzo, no se hace con dinero y nadie lo puede hacer por ti.


Nos entristece ver a lo que nos está llevando esta cultura de la inmediatez en la que estamos atrapados.Distorsionamos nuestra percepción de la realidad, esperando conseguir todo lo que queremos en cuestión de minutos, o en el peor de los casos, en horas.


Hemos creado la Era de la inmediatez, somos impacientes y esto a la larga podría hacernos incluso incompetentes.


Preferimos que nos lo den hecho, sin sacrificio. Olvidamos lo gratificante que es alcanzar una meta tras el trabajo duro, después de sentirnos agotados, haber sentido que no podíamos más …


El futuro está en nuestras manos, las nuevas generaciones están creciendo a pasos agigantados. Estamos a tiempo de crear niños trabajadores, honrados, humildes, con capacidad de sacrificio. Miremos atrás, a nuestros antepasados, nuestros abuelos , recordemos por qué los admirábamos y devolvamos al mundo todo lo que ellos nos enseñaron.

Beatriz Vélez

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