El Yeti, cuestionando la existencia de la misteriosa criatura de Nepal

Llamado originariamente Yeh-teh, “eso de allí”, es el “Abominable Hombre de las Nieves”, simio querido, temido y respetado por los sherpas (que originariamente eran personas de las montañas en Nepal). Su historia cabalga entre mito y realidad, comencemos entonces conociendo el inicio del misterioso Yeti.

Mucho antes del siglo XIX, existían escrituras pre-budistas donde varios pueblos del Himalaya hablaban de una criatura de pelo largo y blanco. Con el tiempo, estas historias han terminado con el nombre del Yeti. Este nombre comenzó a sonar sobre la década de 1920, momento en el que un periodista indio entrevistó a un grupo de exploradores que regresaban del Everest, los cuales aseguraban que una misteriosa criatura habitaba en las altas montañas del Himalaya.

Fué entonces cerca del 1951, cuando en una expedición al Everest se tomaron una serie de fotografías que mostraban las huellas de un pie gigantesco sobre la nieve de la montaña. Esta criatura ha sido destacada en la mitología del Tibet y el Nepal y sus historias han sido transmitidas de generación en generación.

Pero la hipótesis de su existencia, fue refutada por la bióloga noruega especializada en genética y evolución de los úrsidos, Charlotte Lindqvist, quien ha desenmascarado la identidad real de este ser. Para llevar a cabo la investigación, se ofrecieron restos de dientes, pelo, huesos y piel de lo que parecía ser el “Abominable Hombre de las Nieves”. Gracias a este intenso trabajo, el equipo de la reconocida bióloga ha podido asegurar que los restos del Yeti pertenecen al oso pardo del Himalaya, al oso asiático y al tibetano.

Actualmente, el Yeti toma protagonismo en el festival Rimdu Mani, el festival más importante para la gente Sherpa, que tiene lugar cada otoño en el este de Nepal. Durante las danzas rituales, se cubren con máscaras que representan a diferentes divinidades, en la que uno de los monjes encarna la figura del Yeti.

Paloma Aguayo De la Chica